Nochebuena
El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz; una luz ha brillado para los que vivían en tinieblas. Isaías 9:2
En medio de guerras, pandemias, violencia y una salud mental que va en deterioro, la certeza de saber que hoy nos ha nacido un Salvador nos llena de esperanza y alegría. Si hay un momento en la historia de la humanidad en que ésta escritura tiene gran relevancia, es hoy. Esa luz que en ésta noche simboliza la estrella de Belén quien dirigió a los tres Reyes Magos de Oriente al lugar del nacimiento de Jesús.
El siguiente párrafo está tomado del capítulo “Que Haya Luz” de mi libro, De las Tinieblas a la Luz.
“El amor de Dios tiene el poder de penetrar la más profunda oscuridad y aún hoy su espíritu continúa moviéndose sobre lugares oscuros. Es mi deseo que asimismo como Dios separó la luz de las tinieblas, haga resplandecer en nuestras vidas la luz de su entendimiento, la claridad de un Cristo vivo, el destello de su amor, su gracia y su perdón. Algunos de nosotros estamos llevando una cruz demasiado pesada como para llevarla a cuestas a solas. En su luz podemos encontrar paz y la esperanza de que no importa cuán oscura sea nuestra realidad, Él puede transformarla. Para Él no hay dificultad o problema demasiado grande. La biblia nos afirma que para Dios no hay imposibles”.
Cuando el ángel le anunció a María que daría a luz un niño al cual llamaría Jesús, también le dijo:
Para Dios no hay nada imposible. San Lucas 1:37
Hace alrededor de 2,000 años nuestro Dios todopoderoso envió a su hijo a asumir nuestra naturaleza humana. Nacido de una virgen y un carpintero, un niño llamado Emanuel, que significa Dios con nosotros, nació entre en un humilde pesebre. Y es el gran regalo de Dios para toda la humanidad.
Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de resplandor; y tuvieron gran temor. Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. Lucas 2: 8-11
A veces las personas tienden a ponerse triste en ésta noche porque les falta un ser querido o se encuentran lejos de su patria. Yo espero que puedas sentir la presencia del niñito Jesús, del Princípe de Paz. Y que el destello de la estrella de Belén ilumine tu vida. Así sea en un rinconcito de Wisconsin en dónde no canta el Coquí.
Hoy las familias y los amigos se reúnen para celebrar la Nochebuena. Entre el árbol de navidad, las luces y el ponche, no nos olvidemos del niñito que estaba envuelto en pañales en un establo, el cual es el verdadero significado de esta época. Que nos ha nacido un Salvador, que vino al mundo a romper las cadenas del pecado y a darnos libertad. Hoy es Nochebuena y las estrellas brillan con un esplendor hermoso, porque el cielo está de fiesta.
Nochebuena, noche santa, noche de paz y de amor.
En dónde Jesús desde el pesebre en su lecho y en su paz me recuerda tiernamente que Él es la Navidad.
¡Gloria en las alturas y en la tierra paz!
¡Y a las almas puras buena voluntad!